No conozco una receta mas infalible...
Una tibia respuesta se viene a mi cabeza, los secretos de la vida, los sinrazón, los miedos y hasta de donde va a salir la moneda de fin de mes...
Tibia respuesta, a los misterios, las peleas cotidianas, los sinsentidos provisorios, los porque no, los porque sí...
Como clarividencia envuelta en un trago amargo o dulce, trae los secretos guardados como decretos impunes, y el misterio a descifrar...
Prefiero los de mañana antes de arrancar el día, mirando un horizonte de dudas, de misterios, de labios secos de sed de vivir...
Prefiero la dulzura de tu gusto tierra, para mirar ese horizonte, promisorio de soles y estrellas de buenaventura, o acíbar a veces desolado y oscuro...
Tú verde esperanza, tú tibio gancho embustero, como anzuelos filosos de los sueños, el tiempo que pasó, el deseoso futuro, los números infalibles de la suerte, la necedad de la vida y la muerte, los amores y desamores, el fuego de las pasiones, y los aprietos sin respuesta...
Sede de encuentros con uno mismo va tomando tu esencia, y la transforma, tu entendimiento encuentra su rumbo, y los infierno se tornan paraísos posibles, o aunque sea un camino menos sinuoso...
No, no encuentro nada mas infalible, que dos sorbos de mate, mirando hacia dentro de uno...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
lunes, 24 de noviembre de 2014
DOS SORBOS...
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