Buscando palabras que sirvan de algo, para decirte, para nombrarte y nombrarnos, siempre me pierdo, y me quedo ahí mirandote, como la niña que fuiste, y de la cuál te queda siempre un poco, y de la mujercita que empiezas a ser, de la cuál aún no tienes tanto, o sí...
Los padres no sabemos mirar bien a las hijas, no nos sale eso de tener ojos extraños, esta coincidencia de encontrar cosas de uno en alguien tan distinto, esta encrucijada de tratar de juzgar y ver en ese cuerpo, la mujer en potencia sin dejar de ver la niña...
Las hijas se llevan de uno un millón de dudas y más... nos sabemos poseedores de un amor que tarde o temprano deberemos legar a otro hombre, al que elijan más allá de uno, confiando, creyendo de que son capaces de elegir bien, no se, no nos sale eso, tan fácilmente, encontrarnos en esa mujercita, y de algún modo, tratar de marcar un rumbo a sabiendas, de que jamás transitaremos ese camino, sin la más mínima idea, pero con el instinto a gritos que nos dice, no podrá sola... no podrá sin mi ayuda, y con el miedo de punta haciéndonos temblar, aunque tengamos la certeza de que harán bien sus caminos... no, los hombres no sabemos de eso, no somos "fuertes" ante eso, y por eso el padre de una hija necesariamente siente temor...
Necesariamente cree que debe estar ahí, cuidando, protegiendo alerta a cada paso... como sí estuviera en presencia de algo endeble y frágil, y no es así...
Nos cuesta creer que los cambios, vienen acompañados de certezas de mujer, nos cuesta creer que dentro de ese cuerpo hay cosas nuestras bien plantadas...
Quisiera poder expresar, nuestras coincidencias que son muchas, lo que produce tu silencio de hija, ese estupor, ese malentendido o nunca entendido, por que nunca, porque jamás estaremos ahí, parados, como mujer...
Entonces, nos queda avanzar a tientas, a gestos, a incertidumbres, a oscuras...
Nos queda, abrazar ese cuerpito nuestro y de nadie o solo tuyo, atarnos a la esperanza de que un día, dejemos de ser guardianes en ese camino y simplemente aprender a avanzar a su lado...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
domingo, 18 de enero de 2015
A mi hija...
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