martes, 24 de julio de 2012

AMANECE...

   La noche aun muestra sus destellos de a miles como grietas que se abren para amanecer...
entre los siempre verdes y los molles aun descansan los fantasmas sumidos en alguna oscuridad...
silencio eterno, grillos trasnochados, gallos sin horarios ni reloj, dos perros negros que me acompañan
caminando el sin rumbo como si hubiese alternativas de caminos, o algún hueso de premio... 
un fuego rojo fulgura sin calor, pájaros perdidos despuntan su canto aun temeroso e intranquilo, iniciando rituales cotidianos...
   Del amanecer solo me queda un suspiro de grillo, una luciérnaga sin brillo, un vidrio opacado por el calor interior que aun dura... el lucero, y el hechizo de la noche larga de invierno, el tiempo que se detiene en un instante de magia que en el primer rayo  amenaza el sueño sobre la loma rendida, al este todo el horizonte arde cada día mas, mas rojo, mas verde, mas amarillo, una nube de humo delata el frió aun reinante en casas llenas con sus vidas, ajenas al sol que viene...
   Me alejo del cuadro y sin querer salir de el soy un punto en la inmensidad, una raya hacia el oeste, el sol me acompaña ya, lo oscuro es verde y celeste, otro día comienza otra noche culmina, y el día se adueña de mi y me traga en su bostezo.