viernes, 29 de mayo de 2020

Ocasos

Astros transfigurados
surgen desde el tiempo
en los ojos del ocaso
pude ver su antigua cara,
conexa el alma
busca
hallar los restos
en los míos.

Se desplaza mi humanidad
mientras sus figuras retoman marcas
que se habían perdido, 
se vuelven a juntar
sin explicación terrenal alguna.

Hemos vuelto a cruzarnos yo y la tarde

solo por este segundo
que dura miles de años
tú lo sabes
yo lo sé
eso basta.

jueves, 28 de mayo de 2020

Puentes

Despierto en otra vida
recorriendo un camino
signado por el sol y un pájaro
hay una brisa suave y el cielo
se pinta de un gris compacto
nubes bajas rozan la sierra
y flotan... como yo.

Una canción vieja
un puente largo
un lago sonrosado
estrenan las luces de un sábado prometedor
buenos augurios.

Se pierden las horas y los sentidos?
y otra vez el reloj de la avenida y sus turistas cruzan
son como un pellizco que dice aquí y ahora,
realidades oníricas capaces de conservar los sueños.

Un guiño amarillo de una señal del ferrocarril 
un perro mueve la cola y no deja de mirarme 
un extraño saluda,
alto! alto! Deténgase!
me grita un policía... Bienvenida otra vez realidad.

viernes, 22 de mayo de 2020

Ele

Un tajo en ele mayúscula detrás de mi pantalón 
justo en mi trasero 
me envía una señal en este preciso momento, 
estaba guardado,
no es cualquier tajo ni es cualquier pantalón. 

Nació en medio de la noche 
en una caída sobre el borde de un cerro
no sé bien que lo provocó, 
una rama de espinas, una piedra filosa o el eterno pajonal, 
siento aún mis manos tratando de aferrarse a algo
el frío de la piedra mojada, la babasa del musgo
y todo mi cuerpo deslizándose hacia abajo.

Esta es una clara marca de rebeldía, 
de rebelión interna, 
un aviso a mí mismo de cómo se debe vivir la vida
marca también un rumbo y señala directamente a la huella 
y a mis cicatrices 
dándole sentido a todo.

Dice, no somos ni seremos una cáscara vacía 
cargamos con sueños con delirios posibles 
somos buscadores de realidades que ni sabíamos que existían.

Llevo esta marca en ele y no sé de que sirve surcirla 
es como esconder de alguna manera
ese deseo de fuego
es como tapar con un dedo 
eso que me empuja 
ese amor lleno de cosas que comienza con ele de Libertad.





miércoles, 20 de mayo de 2020

Almalgama

   No lo sé... si realmente corría solo aún no lo sé, siempre me sentí parte de algo más grande, un pedazo más de paisaje en movimiento, una piedra rodando por el precipicio,  algo que se iba gestando minuto a minuto y también transformando un poco a ese lugar, como un juego de niño donde los imprevistos iban creando descubriendo situaciones nuevas llenas de imágenes y sensaciones que a simple vista no existían, pero eran tomadas tan en serio porque se sentían reales se podían palpar. 
   Entonces correr iba transformándose en algo con alma, lleno de sentimientos y el espejo del lago iba devolviendo nuestro reflejo juntos e interminable tan intenso que el corazón latía al borde de estallar, el olor de los pinos, a madreselva, a pasto mojado, a yuyos del monte... un roce de peperina o poleo, ya no era el aroma de eso que pisaba sino nuestro aroma, mi aroma arrojado a los sentidos. 
   Si sentía miedo? Nadie teme a sí mismo... en la noche no existían bordes se desdibujaba todo, a no ser en noches de luna llena, en que todo brillaba, era como un manto de sudor al sol oscuro y luminoso a la vez encajado sobre las cumbres y los valles, a veces atravesados por serpientes de oro, y ese cielo que se ponía de un azul que jamás había visto y la montaña tenía un brillo en todo su perfil que iba recortando perfectamente al cielo... allí, conmigo también estaban los moradores nocturnos sus ruidos y sonidos, incesantes rumores de grillos,  zumbidos de alas, aullidos lejanos, murmullos de aves que se acomodaban al sentir la cercanía, no, no necesito volver a verlo, lo sé lo siento, lo llevo dentro. Mi alma tiene un poco de todo eso y del rosado del ocaso o los amaneceres en las altas cumbres, el cuadrado, o los gigantes, a veces no se sabía donde comenzaba o terminaba la montaña, no se sabía donde comenzaba o terminaba el cielo. Todo era tan rojo, todo era tan amarillo, todo era tan azul, todo era tan verde... miles de verdes, verde agua de cascada de sabor y olor verde cristalino, verde sendero, verde rocío, verde río, verde mar, verde monte, verde faldeo, valle, musgo, roca, árbol, verde humano bañado de tanto verde también reflejo. 
   Me olvidé del frío o el calor, lo que produce estar empapado en lluvia o sudor, el viento, la helada, o el sol vertical de verano... había días en que el cuerpo era como una esponja absorbiendo las sensaciones y en una homeostasis también dejaba de ser carne para ser fuego, aire, agua, tierra, hielo... sin dejar de ser también cuerpo que siente. 
   Corría y se desataba un sensual cortejo la tierra se contraía y se dilataba,  se humedecia, se mojaba, se secaba, se iluminaba, oscurecía y seguía corriendo, era como una película sin fin un espiral en caída un baño inmenso de energía que hoy guarda el cuerpo, este cuerpo se ha  hecho una masa con los lugares que he pisado y me han devuelto el alma.

viernes, 15 de mayo de 2020

Señales

Siempre alguien encontrará la botella arrojada al mar
acaso no es  para eso que se inventaron las botellas,  los mares, las playas, los naufragios? 
Acaso no es para eso? Para darle sentido a tanta isla suelta por ahí... 
 
Las cartas y las notas, sus posdata 
señuelos literarios para decir incluso lo indecible, 
textos indescifrables tirando un s.o.s. o escondiendo angustias, 
un te quiero,
un te odio,
un motivo para ser feliz, 
o un que carajo es esto...

Simplemente mensajes tirados
esperando lectores astutos que puedan interpretarlos
cada uno con su carga emocional 
liberando o enroscando más el sentido,
laberintos, círculos, enredos,
madejas de sensaciones.

Ayer fue una botella frágil con un papel enroscado
a riesgo de borrarse con la humedad del tiempo,
un simple cuaderno amarillo 
hoy una señal potente que circula el espacio buscando otras galaxias, 
al final otras islas,
solo que más lejanas.

A dónde queremos llegar?
a quién necesitamos contarle nuestro sueño,
nuestras marcas cotidianas,
la huella imborrable que va dejando el sentimiento...
quiénes somos? 
qué pensamos?
en qué creemos?

Al final todas las islas
solo hacen un trozo más grande de tierra,
al final todos los textos se coagulan en un libro,
el alma de todos los mortales es una sola,
al final todos creemos tener la ficha que desde siempre le faltó al rompecabezas.







domingo, 10 de mayo de 2020

Desolación (químicos de los restos)

Oscura su piel oscuro el harapo
y la hilacha
oscura cara de los niños la mugre ahora su mugre
que lleva pegada la grasa de las capitales.
Los niños en la calle
ocupando los espacios que nadie ocupa
los canteros donde se secan las flores
solo las riegan los limpiavidrios y su detergente
el que no quita la mugre de la gente.

sábado, 9 de mayo de 2020

Borde del abismo

Esta vuelta ya no soy el eterno que era
ni quedaré habitando las copas de los árboles
mi bolso va repleto de ansiedades
y no carga tiempo para esperas.

Última vuelta corta al universo
y necesita el alma
corroborar un par de angustias
devolver tristezas ya guardadas
no dejar ningún pendiente
voy leyendo en mi camino a las personas y las cosas
camino y leo.

Los cabos sueltos
son dos nudos muy difíciles de atar
pero se puede si se va atento
a las marcas que dejó el pasado
donde uno quedó atascado
mirando o tal vez distraído
los amarres del destino.

viernes, 8 de mayo de 2020

jadeo

Silencio! Escucha... la montaña respira justo ahora, 
es un sonido ronco y eterno 
un jadeo lento que solo se siente
desde dentro hacia afuera 
suena como un instrumento de aire
o el rasguido filoso de una cuerda.

Escucha, solo sentirás tres veces este sonido
vibra cuando nacemos y en el último segundo de vida
al morir 
es como el aire atravesando un túnel de fuego
el momento mágico 
en el que la mole te susurra al oído 
estas vivo sí, estás vivo.

Muchos atravesaron infiernos
los del espíritu y de la carne
para revivir ese instante 
cuando lo escuches,
si lo logras,
entenderás de que hablo
es el sonido que produce un suspiro 
en el laberinto blanco del alma.