miércoles, 17 de junio de 2020

Escritura sagrada

En este papiro 
nuevas escrituras van llenando los espacios, 
un código conocido trae consigo no solo palabras. 
Sonidos, aromas, colores, sensaciones únicas 
irrelevantes para otros...
no para mí.

Diagramas de la naturaleza 
donde la sangre se ha mezclado con savia sudor y tierra,
en una especie de tatuaje con símbolos me hablan...
de la noche de invierno, del coro ensordecedor de grillos, de la tormenta,
de los astros, una estrella fugaz o la luna llena.

Como un portavoz el cuero 
curtido por el sol y la sal
lleva historias escritas 
por la garra filosa de una rama, 
la aserrada cresta de una cortadera, 
los dientes de la roca rota de la montaña,
o el punto final de la púa de una roceta.

En este diálogo nos reconocemos... 
hombre y camino se encuentran y reviven,
cada minuto dejó una marca sin tiempo
dibujos en mi piel cicatrices de corredor...
todo lo que carga el alma 
es una huella tangible y eterna.
 



miércoles, 3 de junio de 2020

La niebla

Vuelve la misma sensación
la trama se desata alrededor
en círculos 

un espiral borroso va enredando todo

un escándalo dentro mío. 


Sobornando al corazón 
le pido que aumente su pulso
hasta desatar una tormenta.

Llega la niebla...
y cada gota es algo recurrente,
un espasmo... 
pierdo la noción del tiempo
otra vez caí en la trampa
que va mas alla del presente
de los hechos,
un desborde de recuerdos,
todo predice algo.

Te veo... o trato 
el tiempo trae tu rostro sur borroso
las imágenes cada una a destiempo
tienen un sentido nuevo ahora,
con premonitoria parsimonia dicen otra vez aquí y ahora

aquí y ahora...

Se acaba la claridad todo se detiene
desafío los relojes y cerca de los límites
encuentro un pasaje, un túnel que socava mi alma
hasta la carne...
me meto en la niebla y entro al cuerpo filoso de la montaña.