miércoles, 29 de octubre de 2014

MUNDO HERMÉTICO

   Entre ahí y nunca nunca más volví a salir... mis pasos, quedaron solos dando vueltas, en círculos, y nunca más me encontré...
   En un remolino, sin tiempo, sin lugar, sin  sueños, mi cabeza entro en un vaivén de pensamientos sin pensar, sin entender lo que no entenderia jamás...
   Una trampa... y me fuí de vos, me fuí de todos y hasta de mi mismo, al sinsentido, este sinsentido ahora mío, solo mío...
   Camino en círculos sobre un espiral que conspira a cada minuto, contra las reglas de la vida...
   No quiero salir de mi, de mis odios, de mis penas, de mis locas fantasías, de estas ganas llanas de morir... en mi...
   Silencio solo mis ruidos, este estruendo en mi cabeza, revoleado, me aturde de mi, de lo que no soy, de lo que no fui ni seré...
   Me fui... mis escudos los que me cubrían del mundo, de este hostil mundo han caído y me repliego una y mil veces en retirada, mórbida retirada a mi mismo...

   A mi mundo hermético...

sábado, 18 de octubre de 2014

CRUZAR LA VÍA...

Y te volves a preguntar
el porque de este viaje...
a lo que está como a
treinta años de distancia... o más o menos...
Volves  a los recuerdos
mínimos de cuando era
poco más qué un niño,
Donde deje mi impronta
de pequeño y forje de hombre mis sueños...
Un viaje solo, otra vez solo... a encontrarme...
Con el qué fui,
para saber sí me perdí...
cuanto como y donde crecí...
Vlento del sur...
Olor a pino y fruta primavera
Maduro ya en el tiempo
qué vi pasar
Lluvia lateral me recibe con su inclemencia...
Aguacero de tiempo
Lágrima a piel de gallina...
Mirada y abrazos de hermanos
de años vividos...
anécdotas que repasan por milímetro la historia, una historia la misma historia que se hacen todas juntas hectáreas...
Cincelada a fuego en el pecho...
Viejas caras conocidas...
Y te volves a preguntar a donde voy con esto...
Vuelvo al pasado,
de pie y bien parado en el presente,
siendo el hombre que soy...
Aquel que camino por la mañana de escarcha, pinar y viento sur...
Allí aprendimos  a aguantar las estocadas que dio la vida,
Curtido de soledad, frío o calor
Ese chico solo que fuiste  ahí aprendió a pelear, a resistir, a creer en el camino del trabajo,
Abrazado por el hermano de ruta,
Cruzar la vía...
aprendí allí a ser para el otro, con el otro, a acompañar al otro
a pedir una mano
a defender las creencias y el billete,
sabiendo que no hay billete que compre la amistad, y al otro...
Nada vale mas que quién te acompañó en el rigor de los años, en la farra, en el pucho y en el vino...
Tirados en la siesta cómplice,
Prófugos de la tarea 
Escapada nocturna, vuelta madrugada, olor a alcohol virginal
Y más frío y tierra y otra vez las vías eternas...
Cuántos sueños tirados ahí al azar
Como semillas en el viento, como hojas que se van volando...
De regreso, pude saber que nunca me fui... que sigue ahí el pedazo de mi alma de niño, en cada cascote removido vuelvo a nacer...
Sí, somos de tierra... de está tierra
Donde dejamos parte de nosotros
Y volvemos a brotar como maíz en diciembre, bajo el sol de la amistad y los recuerdos, y volvemos a ser esos, los desubicados del fondo, los negros de la agrotecnica, los chuncanos,
Los qué hacemos dedo en el cruce
Los que nos piramos en la noche, los que la sabemos a todas, menos de minas...
Cada vez que nos reencontramos
Con este sitio, con ese hermano de años vividos, volvemos a ser los chicos que fuimos, negros, gordos, locos, flacos... nosotros mismos reflejados en el espejo de los otros y del tiempo...
Como no querer volver a ese sueño que vivimos juntos y de nuevo, cruzar la vía...

miércoles, 8 de octubre de 2014

La furia

La furia de la vida,
volvió a arremeter
contra  toda ella,
bajo el sol de la siesta...
Sus brazos largos, languidos,
rozaban la tierra impunes,
Y la tierra, se secaba
donde posaba sus dedos,
también languidos y flacos...
Su mano, trataba de soportar
Sus rulos sucios,
Se tomaba la cabeza,
sintiendo la presion y su peso...
Y presionaba duro para
que   no   saliera   tanto dolor...