La furia de la vida,
volvió a arremeter
contra toda ella,
bajo el sol de la siesta...
Sus brazos largos, languidos,
rozaban la tierra impunes,
Y la tierra, se secaba
donde posaba sus dedos,
también languidos y flacos...
Su mano, trataba de soportar
Sus rulos sucios,
Se tomaba la cabeza,
sintiendo la presion y su peso...
Y presionaba duro para
que no saliera tanto dolor...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
miércoles, 8 de octubre de 2014
La furia
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