miércoles, 28 de mayo de 2014

RELATO DEL PERRO Y EL VIENTO...

En dirección al poniente el perro corre... solo,
extraviado por el viento norte, que lo empuja de su paz y de su calma,
con la lengua afuera jadeando la vida, sin rumbo, va...
y va dejando su huella pero no mira atrás,
los perros saben su destino, sobreviviente, sin caricias mostrando los dientes...
derecho como al poniente.
Corriendo la llanta loca de su vida,en su girar sin sentido, y en su locura nadie lo seguirá, está perdido, oliendo a sangre a hueso roido...
Ladrido tras ladrido,
los vaivenes de la noche sorprendido le ladra a su propia oscuridad,
qué no es como este cielo, ahi  no hay corderitos, hermanas Marías, padrenuestros ni bondad...
Sigue al viento, y en su propia libertad, va hecho un nudo...
Y el perro lo  sabe...
Tiene la conexión astral, está enganchado a la vida, por así decirlo...
si está grave tiene la claridad si se va o se quedará,
no necesita agua, ni comida, ni santo remedio, solo cree en la vida...
y en la seguridad de la muerte...
Y corriendo o tirado, como un perro no se sabe si  está felíz, o va padeciendo, si está en el cielo o en su infierno...
Su olfato lo lleva a empujones y el solo oliendo su plegaria...
Viento del monte
Que traes en tus ancas  la tierra recién parida
lágrimas de lluvia Lavan tu cuerpo
Viento que la Fronda verde de savía salvaje acaricias
renazco  en cada Tarde cuando
El sol y la luna llegan con tu brisa...
Viento del Monte hijo de la madre tierra que llevas oscuros presagios Y bienvenidas
Y me llamas como la madre que pare sus hijos...
El perro corre porque lo llama el viento a donde nace la vida...

miércoles, 14 de mayo de 2014

Guardián astral ...

Somos del círculo...
Los que miramos hurgando impàvidos  el cielo...
buscando la diferencia que nos vuelva a sorprender... como animales nocturnos o bestias madrugadoras, entre la belleza y el mito, lo que dejó la noche y trajo, como en un viaje infinito, atemporal, la  magia de la mañana...
somos del círculo... del astral cortejo, misterio de lunas rojas, eclipses negros, cielos sin fin, lluvias serenas o vendavales... y buscamos las cenizas de horizontes que se queman...
Somos del círculo...
Venimos de otras  vidas arrastrando las alas, clavando las garras, sintiendo el olor a tierra y verde, agitados, feroces y mirando desde dentro la vida...
Somos el lobo, el condor, zorro, yaguarete, puma bravio... 
somos la tierra, del círculo... y miramos el cielo con la esperanza, del que espera un nuevo día...

miércoles, 7 de mayo de 2014

DESIERTO...

Aquel pedazo de carne, ingeniería de Dios, nada sabía de lo que llevaba dentro, la simiente de la vida opacada por el tiempo, ciega, estéril, casi muerta...
Aquel reducto misericordioso, latía, impuro ya cansado de latir, con la soberbia de los perdedores ya vencidos pero en pie...
Su milagro era solo una creencia, una necesidad casi, de saberse vivo de tener el coraje de haber abatido a la muerte, una o dos veces...
Y digo casi porque mas de una vez se creyó muerto, y cerro los ojos, y se persigno también, dos veces...
Aquella nostalgia que cargaba a cuestas, no sumaban los años, ni cerraban las cuentas de la vida, ni Dios sabía cuanto debía, que pecados tenía, cuanto sudor y lágrima había derramado en su camino, nadie, ni él llevaba la cuenta...
Solo por la noche volvía a sentir esa furia, esa sangre envenenada, recorriendo su cuerpo, haciendo de las suyas en cada intento, viviendo, al filo, alrededor de la piedra en su zapato, arrodillado  en la espina de su costado, viviendo, a penas...
Sin embargo, aquel pedazo de carne ya tomado, ocupado por  mil miserias no era  un desierto inhospito e inhumano, era mas bien un cactus, con millones de espinas en un desierto inhospito, inhumano...
Parco de soledad, sumo hizo las cuentas y resto uno menos uno, volvió a sumar y nunca dio dos...
Prefirió el exilio de su alma plana en algún infierno, infierno en fin pero propio, se sintió un ángel caído en un derrotero y simplemente colgó sus alas desplumadas...
Fuera de lo único que se parecía a la vida rescindio todos sus contratos, el del amor primero, el del vacío que le causaba la muerte después, y por último el de los  deseos, se dejó un papel en blanco, un cóctel mortifero de  palabras y lo lleno de poesías... poesías secas  llenas de espinas como su alma...