martes, 11 de febrero de 2014

Amor infantil...

La chica mas linda del mundo murió esa noche, nunca fui su primer amor, ni su príncipe de cuentos de hadas... las hadas no existen en mi barrio, quizás ángeles... y yo solo fui una rana... sin siquiera hechizo...  y ya se sabe que pasa con las ranas que nunca fueron besadas... no voy a llorar ahora, ni volveré a tatuarme a birome su nombre...  pero, aprendí algo... me di cuenta que  desde ese día, busque sus besos, busque su sonrisa y su voz, busque...  la claridad de sus ojos,
Su piel... solo como busca un niño.
Nunca se lo dije... solo me grabe su canción de niña, el nombre de su calle, y el mapa del tesoro... en mis pupilas, y me lo lleve... nunca lo supo, pero me robe su magia, su hechizo encantador, no me lo dio, no se lo pedí, si se lo robé cual magia con miradas cotidianas, bebiendolo todo, sus pasos,  atento a cada momento, un descuido y me robe su mueca de niña, dos miradas impertinentes, sonrisas burlonas de recreo, carreritas en el patio del cole, pritty naranja limón y pomelo... y zas un descuido...
De hecho, con el tiempo de testigo, encontré sus besos, sus ojos, su voz en cada mujer que ame... el primer amor nunca se olvida de ningún modo es como ese tatuaje de tinta y fuego, de los juegos... acaso hay algo mas real y verdadero que los juegos cuando uno es niño? Y así caminando por la vida fui juntando los pedazos, azules, verdes, turquesas, arme con mi botín lo que recordaba de ella, lo único que no recuerdo es su alma cómo era? De que estaba hecha...
No pude robarme eso...
Simplemente porque no me anime a dibujar un corazón con nuestros nombres... no pude...

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