martes, 31 de marzo de 2015

SUBIRSE AL TREN

Que esperas de la vida?, De los sueños?, Uno espera cuando es pequeño, y a medida que pasan los años, los sueños crecen y aumentan de tamaño, cambian de color, como las hojas de otoño, a verano,
Y te siguen por la vía, como un perro que busca compañía...
Te preguntas, que seria de la vida sin sueños? Como una loco//motora, vienen empujando, siempre temprano, de mañana, y a veces la espera se hace larga, te invaden y te roban la calma...
La espera no es buena si no es espera//nza, si te agita la tardanza de las cosas que no llegan, por la via del trabajo, el esfuerzo, y la templanza, en el tren de la vida también viajan sueños pobres, que no llegan a destino, que elijen otros caminos por la vía fácil, de la viveza y la vagancia...
Subirse al tren... subirse al tren de la vida, a veces cansa, si, no es fácil, y uno a veces, se la juega en el sino en la balanza, y si es mas fuerte que la muerte, que las trampas de la suerte, el tren te lleva con tu carga entera, en un viaje que al final, seguro valió las penas...

2 comentarios:

alma-amater.blogspot.com dijo...

Otra entra más bellísima. Sueños pobres, dices, activas mis neuronas. Enhorabuena. Comparto sin tu permiso.

alma-amater.blogspot.com dijo...

Salgo, juraría que yo ya te comenté esta entrada, pero no veo el comentario en tu blog. Bien, lo que te decía es que esa comparación entre el tren físico y el tren de la vida con sus prisas, pero también con sus estaciones y cambios de carril, me parece muy acertada además de entrañable. Un saludo, amigo.