martes, 19 de septiembre de 2017

Interurbano

Demasiado rancio tu poema
y con aliento a alcohol
viajan tú
y tu sudor añejo
atrapado en el poliester,
demasiado cursi
tu verso marketinero
de autobombo que destaca
falsas cualidades de soltero,
demasiada inquieta tu cintura
que regresa de una noche de bailanta
demasiado cerca el movimiento
a la cabecera de mi asiento,
demasiada gente por centímetro cuadrado ya no cabe ni siquiera un agujero.

Demasiada dulce tu sonrisa
para el desayuno
de un vil colectivero,
demasiado animal print en tu pollera y el blanco inmaculado
de tu blusa
para el alma oscura de estas bestias,
demasiado mujer para modelo
de esta pobre pasarela
de pungas de maestras y de obreros.

Demasiado temprano ha amanecido
para este triste peatón que no descansa,
demasiada calle demasiada noche y rimel
que no llenan ni con letras o palabras
demasiada soledad en este viaje
pero con ella ahora aquí sentada
he despertado demasiada
insana envidia
en los tontos pasajeros.

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