El corazón de los sueños
son las sombras de la infancia,
tiene tantas aristas que no se olvida jamás aún muy lejos
de donde creció
hazme caso
este
es un juego fácil de entender.
Un niño que recuerda los manantiales de la vida
el lugar donde fue felíz
nunca se va
es como la ninfa que vuela a la mañana
siempre regresa.
Al final de la infancia, la adolescencia
dejará su casa,
las cosas por hacer
lo llevan con los sueños y las llaves que brillan
a ver que sucede en la ruta
con los números de la suerte
a ver que puerta se abre
la próxima vez
que se asome al final del día.
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