domando laberintos
no me han dado
ni la capacidad,
ni la sabiduría,
ni el dominio suficiente,
para dejar de sorprenderme
ante los colores del ocaso
la luz de un amanecer
el juego del sol sobre el agua dibujando brillos,
o el talento del pájaro para flotar inmóvil.
Busco... no solo los senderos
soy también un buscador de la palabra que logre
dar cuenta del rumor de río que traducido a nuestro idioma
hablaría algo de la libertad,
o el murmullo vespertino de la paloma
que en su arrullo quizá nos explique de la paz.
Sinónimos, parónimos, antónimos y homónimos
del sonido del búho en medio de la noche entre las piedras del arroyo entremezclados
con la música de los grillos el croar de las ranas
y el esférico recorrido de ese tapiz de estrellas sobre la faz de la tierra.
Cómo nombrar a la naturaleza? Cómo darle un nuevo nombre para que entiendas a la montaña o al horizonte perdido?
El brillo del cielo contrasta y se hace uno cuando se mezcla con tu alma...
la palabra es plenitud.
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