Empieza la noche y el fuego
lo trae hirviendo en el aire
Su sangre latiendo sus yagas
florece En alguna vidala...
Los changos de greda en silencio
En un remolino sin tiempo
Lo beben en coplas...en sueños
Encienden al diablo en el cuero.
Acicate del mismo infierno
Los ángeles de tu tierra
Pena, miseria hecha ruego
Clamando justicia y derecho.
Y tu lágrima...
Y tu lágrima ya no tiene dueño
Es de nadie... es de tu pueblo...
Y suena encendido en una guitarra
un "olvidao" rebelde veneno.
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