Aquí comprendí al animal salvaje, a sus ansias de correr rugir o aullar, a su paz, a su mirada transparente y sin fin...
Aquí comprendí los rituales del hombre su conexión con el cielo y la tierra, amalgamados... en la espera del sol, en la noche de fuegos y hielo, en el viento que habla, en la roca fría o caliente...
Aquí las horas desaparecen y se amontonan como arena y la hostilidad de la tierra contrasta con su belleza máxima segundo a segundo...
Nada detiene al hombre, en su incansable afan de encontrar y encontrarse, la tierra y sus dioses se afanan por que este encuentro tarde o temprano suceda...
Abre los ojos, despierta a tu alma, vuelve a nacer al animal que fuiste, vuelve a ser tu mismo...
"enterrado"
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