Nada es casual de eso te hablo,
ni el brillo propio de las hojas,
ni el color especial de una nube de sangre y plata...
Es como ese loco que pasa cantando en inglés cada día,
sin permiso sin aviso ni excusa,
simplemente va cantando.
Hay un motivo para la hoja?
Para la nube?
O el loco?
Es la propia naturaleza...
De eso te hablo...
Entra un escarabajo corriendo
lo saco y vuelve a entrar
y así mil veces, nada es casual
alguien tiene que haber puesto
una puerta en su camino.
El carpintero,
el albañil,
el cerrajero,
el que dejó abierta la puerta,
el que no la cerró,
el que no dio el pisotón,
y por último el escarabajo,
nada es casual...
Quién dice que debe brillar?
Quién dice que debe sangrar?
Quién dice que debe cantar?
Quién dice que debe correr?
Nada es casual en la tarde...
Ni siquiera esto que siento
todo empieza a tener sentido
hasta estas palabras
que ahora justo ahora escribo,
Todo todo se debe
a algo que sucede,
nada es casual en la tarde...
Hay un brillo muy especial
una luz y sombra en particular
todo sucede por una razón
en esta tarde
porque
el sol
alumbra
la vida
de costado...
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