miércoles, 12 de abril de 2017

Sangre y jauría

Me debo remitir a los recuerdos viejos,
no los de ahora, mi juventud, mi infancia, u otros tiempos,
debo remitir a los secretos, los ocultos de otras vidas,
misma alma en otros cuerpos.

Debo insistir en llamar a los fenrires, recuerdos de luna,
miradas eternas, en unos ojos negros,
regreso a los bosques, aroma de cedros,
pastizales altos, correr con los perros que carga mi sangre,
antiguos senderos.

Buscando la cima de piedra y helechos,
el olfato se torna jadeante deseo,
se oculta la tarde breve de otoño,
mi alma de bosque, el verde de ensueño,
persiguiendo a febo.

Debo regresar ese es mi gran secreto,
guardado en mis ojos oscuros como esta cerrada noche,
se detuvo el tiempo,
se encuentran las huellas de este laberinto eterno,
esperando a otros que lleguen también  al encuentro.

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