Alguien ha soltado unos espíritus esta noche, en la casa de mis padres.
Traen un poco de locura los he visto surgir desde un delirio, o quizás es solo un sueño nocturno de un viejo.
Salían por su boca y sus ojos de a montones en un cortejo inmenso,
algunos, dos, han sido escupidos por un libro de sobre la mesa de luz y se han enroscado en las patas de mi cama, y la hacen bailar.
Vibra esta habitación y un cuadro descolado ha caído al suelo y su océano se ha derramado, y a su arena la mastico entre mis dientes y han crecido palmeras debajo de una silla.
Refractan su luz de colores, y en este momento la habitación en rojo ha despertado a una tijera que intenta cortar los hilos del crochet que teje mi madre desesperadamente busca un hilo de vida... O sus madejas...
Resuena en mi cabeza cada palabra exacta y se descompone en imágenes, una por una como un martillo que da justo en el clavo, el espíritu de cada cosa esta suelto e intenta meterse dentro mío por mis oídos.
Algo se ha escapado esta noche desde las pastillas, los frascos llenos de jarabes para la tos y las jeringas filosas, y se apegan a los ronquidos y espasmos pulmonares.
Alguien ha soltado sus monstruos en una alucinación...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
viernes, 7 de abril de 2017
Efectos secundarios.
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