martes, 16 de mayo de 2017

Euclidiano II

Hoy logré usar la sombra que proyecta un ser
para medir el tamaño de su cuerpo,
cual Tales de Mileto,
calculé el ángulo de la luz del sol,
y comparé la sombra con el propio ego de ese cuerpo opaco.

Usaré fórmulas  matemáticas antiguas,
intentaré desenmarañarlas y multiplicarlas por dos,
enfrentaré a esos dos cuerpos y si da igual a uno,
habré encontrado la respuesta correcta.

Solucionado esto y con perfecta inexactitud matemática,
me dedicaré ahora a algo mas complejo,
calcular cuan llena está y el tamaño de tu alma transparente,
necesitaré un espejo redondo...

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