martes, 20 de junio de 2017

El camino del perro

Y siempre que sucedía eso
de andar royendonos los talones,
uno al otro,
me preguntaba quien seguía a quien,
quién era el hueso del otro?

Qué olfateabamos de la vida?
Por las noches ambos despertábamos al unísono de un sobresalto sincronizado,
y quedábamos mirando a la nada esperando reunir todo lo que nos hablaba a los sentidos,
él ladrando yo haciendo silencio...

Un zorro grita en mi puerta,
una vaca volteó el alambre y camina por la ruta,
el cencerro de la yegua madrina anuncia la madrugada,
el zorzal busca la ventana,
una comadreja roba los restos...

Que manera de correr aún en las noches de invierno,
en que dibujabamos estelas, escribíamos en el aire nuestras propias historias a pura dentellada,
con el aliento ansioso de vida de nuestros cuerpos calientes...

Siempre me pregunto lo mismo...
Uno o ambos habíamos elegido ese camino?
El camino del perro.

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