miércoles, 7 de marzo de 2018

Entonación

Mis oídos subieron la apuesta,
levantaron la valla umbral de lo que querían escuchar
de algún modo entraron en la trampa
que llevan implícitas las melodías suaves,
más estructurada la canción más acostumbra.

Mi voz entonces, subió y bajó los tonos
adaptó el timbre a los nuevos sonidos,
cambió,
y el grito fue más alto más claro
y se escuchó más lejos,
otros que no escuchaban me escucharon.

La lengua y el oído son músculos que todo lo saben,
y ya lo sabes la fuerza reside en el alma
es una canción silente que no acabará
siempre que se digan bien las palabras
entonces serán música.

El corazón como la lengua y los oídos,
es un músculo
directamente conectado a los demás músculos
y a la raíz del alma
el corazón es un apostador acérrimo
y la palabra con alma su voz.

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