La doble vía del amparo
o sea también la que lleva al desamparo
viene de la mano de una mujer
envuelta en sabanas arrugadas
o a estrenar.
Perdones o abrazos
llevan consigo
maletas llenas de ruegos
o una canción
van por una avenida
que bordea la verdad
o hacia un abismo oscuro.
Quién no ha buscado el sol perdido
en las manos de una mujer
o un horizonte
donde la luz nos encuentre
y nos ilumine.
Dicen los poetas
que la mujer y la palabra se parecen
juran que ambas son peligrosas
y que a veces salvan.
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