jueves, 29 de agosto de 2019

Uno

No escapo cobarde de esta realidad
no hay escapatoria en mi laberinto
solo voy buscando un lugar más confortable
donde depositar el alma.

Así
he recorrido el día cálido y suave
descubriendo que la tormenta
nunca mojará el hueso
y que el frío jamás podrá llegar adentro.

No he dejado huellas banales ni en vano
mis pasos ya no suenan a mí
son como un murmullo mas del lugar que hoy camino.

Voy mimetizado con el sonido del viento entre las hojas
con el silbido de los pájaros
el zumbido de la abeja
los granos de polvo que invaden mis pies
y los ladridos de los perros.

Miraba hacia atrás...
buscaba las huellas que dejaban mis pasos
descubrí que el camino fue quien dejó sus huellas en mí.

Somos uno.

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