viernes, 4 de diciembre de 2020

Nada que perder

La medida desaparece y esta realidad 
no pertenece ya a lo conocido 
vamos de la mano a dar la vuelta al sol
no regresaremos sin una causa real 
o simplemente por justificar las ansias.

Hasta aquí trajimos los miedos 
averiguaremos que los provocó 
y asentiremos con la cabeza como un monje 
las veces necesarias para aceptarlos
y allí mismo los abandonaremos.

El lugar adecuado solo pide a cambio 
un poco de sudor y lágrimas 
el dolor de la carne adherida a tus huesos 
y la certeza de que puedes
es solo un canje 
resistir el bombardeo de viejas sensaciones.

Al final nos quedaremos con todo.



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