Ambos cargamos con eso,
los últimos en roer del hueso,
de ser los mas chicos de la camada,
los no esperados, llenos de mañas aprendidas,
y llevar como quien no quiere la cosa el peso,
de los triunfos y pecados de quienes nos anteceden.
Llevamos esa extraña carga,
de evitar siempre la derrota y tratar de superar los logros.
Y la verdad es que nunca seremos como como nadie o como ellos,
solo ser nosotros mismos,
siempre los mas perros,
siempre al borde del abismo,
tratando de saltar mas alto de llegar mas lejos,
los que cumplen el mandato,
los que cargan con la firma,
Los últimos de la jauría...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
miércoles, 8 de febrero de 2017
EL ÚLTIMO DE LA JAURÍA.
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