El viento cómplice de la noche
tapó el sonido de los pasos
con una lluvia de hojas secas que gritaron el nombre del lucero testigo único,
y a la huella la ha borrado...
La noche esta noche mi noche
con su oscuridad de asesina serial,
también disimula las sombras que me acompañan,
meticulosamente sana y mata,
sana y mata...
Hoy quizá mate y quiebre los pasos.
La incertidumbre es la enemiga hoy,
se bebe los tragos con los que calmaría mi sed,
por favor ave de la noche quédate volando a mi lado,
hagamos un canje del deseo que me debe la estrella que acaba de caer,
quédate...
sálvame aunque quede trunca la cruz Austral,
consérvame... amárrame...
al final lo único que queda es eso que supimos enlazar...
Que el lazo no se corte esta noche cuando la noche amarre mi cuello...
y quede todo pendiente...
A los 6 años este perro siente necesidad de ladrar,sin morder,siempre hice las dos cosas,sobre todo en noches de luna llena... ladrar a las sombras ,a los gatos y a los extraños ;de una vez por todas debo empezar a ladrar con sentido,como lo haría un perro con experiencia,un perro que en ocasiones aulla y no ladra,que le llora a la luna,y que en otras solo mueve la cola con una sonrisa de oreja a oreja, jadeando y con la lenga afuera.
viernes, 26 de mayo de 2017
Una noche homicida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario